jueves, 17 de febrero de 2011

LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

Edgar Morin

La educación es la que se encarga de transmitir el conocimiento y no es posible que ésta permanezca ajena a cómo se produce el conocimiento ni de sus tendencias al riesgo del error y la ilusión.
La inteligencia es inseparable de la afectividad.
Los seres humanos somos emocionales por naturaleza, son precisamente las emociones las que pueden cegarnos y hacernos más susceptibles al error.
El conocimiento científico al tratar de apegarse al método científico tiende a ser objetivo y así nos ayuda a detectar errores.

El conocimiento pertinente debe ubicar las informaciones y los elementos en su contexto, reconocer lo global (las relaciones entre el todo y sus partes), reconocer la multidimensionalidad e insertar ahí sus dimensiones, debe enfrentar la complejidad (lo que está tejido junto), reconocer que entre más poderosa sea la inteligencia general más grande es su facultad para tratar problemas especiales.

Es necesario que la educación aborde la condición humana como objeto esencial y así reconozca la individualidad de cada ser humano así como su pertenencia al cosmos.
El hombre es resultado de la naturaleza, de la vida, pero a causa de su misma cultura, de su mente y conciencia se ha enajenado de este conocimiento y alejado de su pertenencia al cosmos. El hombre sólo se completa como ser plenamente humano por y en la cultura.
La educación del futuro deberá velar por la idea de que la unidad de la especie humana no borre la de su diversidad, y que la diversidad no borre la de la unidad.

Abordar el género humano desde su pertenencia al planeta, es decir, observándose que se tiene un destino común al de todos los habitantes del planeta será uno de los objetivos de la educación del futuro.
Partiendo de hacer conciencia de la historia del planeta, de las dictaduras y supremacías que han tenido cabida desde que todos los continentes se volvieron intersolidarios. Recalcar que cada hombre desde su individualidad es parte también del mismo destino planetario y por lo tanto lo ideal es que cada individuo reconozca la crisis planetaria y así contribuya a visualizar un mejor escenario futuro y contribuir a que éste se haga realidad.

La educación del futuro debe contribuir a crear individuos preparados para lo inesperado y de esta manera poder afrontarlo.
Algunas civilizaciones antiguas confiaban en un tiempo cíclico. Un ejemplo podría ser las predicciones sobre el clima, antiguamente cuando el daño a la atmosfera no era tan visible era sencillo predecir los tiempos en que desarrollan las cuatro estaciones y así disponer de sus beneficios y estar preparados. Ahora debemos estar preparados para la incertidumbre de nuestros tiempos, no sólo en cuestión del clima si no en todos los aspectos.
Una de las tareas primordiales de la educación para el futuro es sin duda alguna la educación para la comprensión. Simboliza un parteaguas entre la educación actual y futura para lograr los objetivos que se quieren alcanzar.
Debe existir comprensión entre los seres humanos. Menciona el autor que comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación, de proyección y generosidad.
Se debe partir de la introspección para obtener primero la comprensión hacia uno mismo y así poder comprender a los demás. Comprender a los demás implica no juzgar.
Corresponde también la comprensión entre sociedades y así asegurar sociedades democráticas.
El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos.

La educación del futuro será capaz de formar individuos conscientes de su individualidad, de que son parte de una especie y además de una sociedad.
Para Morin todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia de pertenecer a la especie humana.
Nos habla también el autor sobre la democracia aludiendo que individuo y sociedad existen mutuamente.
Por último se menciona que la democracia permite la relación rica y compleja individuo-sociedad donde los individuos y la sociedad pueden entre sí ayudarse, desarrollarse, regularse y controlarse.

REFERENCIAS
Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Recuperado el 15/02/11 de: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Articulos/los7saberes/prologo.asp



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